Derecho a la participación ciudadana en la construcción de la ciudad: el caso del proyecto ferroviario “Rancagua Express”.

(Originalmente publicado en revista Planeo, Nº12, octubre de 2013. Ir al texto) 
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Fuente Imagen: Captadas del Reportaje Canal T13, “Mi vecino, El Tren”.

Resumen

Con el tema de Derechos Urbanos, la sección de Prácticas de la Revista Planeo presenta una vez mas, una reflexión sobre los movimientos ciudadanos que reclaman derechos dentro de la dimensión territorial, en esta ocasión el derecho a ser tomados en cuenta en las decisiones que involucren transformaciones en su territorio. De esta forma, presentaremos el caso de los diferentes movimientos ciudadanos locales que han surgido en contra de la propuesta actual del proyecto ferroviario “Rancagua Express”, el cual se encuentra en la etapa de implementación, a pesar de la resistencia de los ciudadanos de las comunas que cruza el proyecto.

Palabras claves:  Derechos urbanos, participación ciudadana, movimiento social.

[Por María Rene Noguera y Andrea Ortega. Instituto Estudios Urbanos UC. Santiago, Chile.]

La práctica de la planificación urbana tiene sus orígenes en la necesidad de resolver conflictos diversos creados por la urbanización y la concentración de actividades. En esta materia, la acción pública del Estado chileno ha sido fuertemente cuestionada por su carácter centralizado y desigual en la distribución de los costos y beneficios de inversiones urbanas de gran escala. En la actualidad, esto se refleja en los crecientes casos de comunidades urbanas que resisten ante intervenciones de gran escala. Todas estas agrupaciones, que se concentran de forma reactiva, tienen como objetivo final resolver o mitigar los impactos negativos que estos megaproyectos puedan ocasionar en su contexto inmediato. Estos hechos se presentan desde un comienzo por la falta de participación de la comunidad en el desarrollo y aprobación de las propuestas. Particularmente en la ciudad de Santiago, esta resistencia ciudadana se ha expresado mayormente en contra de modificaciones a Planes Reguladores Comunales que buscan aumentar densidades a través zonas de renovación urbana en sectores con valor patrimonial, o bien, en sectores residenciales consolidados que se manifiestan en contra de proyectos de infraestructura de gran escala.

Tal es el caso del proyecto de tren rápido Rancagua Express, de la Empresa Ferrocarriles del Estado (EFE). En enero de 2012 fue anunciado por el ministro de Transportes y el presidente del directorio de EFE, el proyecto Rancagua Express, con el objetivo de mejorar el servicio ferroviario Santiago-Nos-Rancagua, acortar los tiempos de desplazamiento desde y hacia las comunas del sector sur de la capital y, de paso, revitalizar dicha compañía del Estado. El proyecto contempla duplicar las vías férreas desde Estación Alameda, en Estación Central, hasta la estación Nos, en San Bernardo, lo que significara para las comunidades de 6 comunas(1) del Área Metropolitana de Santiago, tener a escasos metros de su casa un tren de alto trafico.

EFE desarrolló un proyecto de gran escala e impacto sin involucrar de manera directa en el proceso de formulación, desarrollo e implementación a los habitantes del entorno inmediato. En al Área Metropolitana de Santiago este proyecto parte desde las comunas de Santiago y Estación Central, e impacta de manera directa a las comunas de Pedro Aguirre Cerda (PAC), Lo Espejo, El Bosque y San Bernardo. Para graficar claramente cómo EFE no tomó en cuenta el contexto inmediato desde un comienzo, en el video de promoción publicado en YouTube(2) se ve claramente que el entorno urbano no está modelado según la realidad. En estas imágenes se ve un paisaje campestre, con viviendas alejadas de la vía férrea del tipo parcelas de agrado, pero la realidad es otra. La vía férrea se encuentra colindando una gran densidad de viviendas sociales emblemáticas que se encuentran entre PAC y Lo Espejo. Por otra parte, en San Bernardo se omitió por completo la sectores residenciales patrimoniales del torno a la Estación y ex Maestranza de San Bernardo. Además de esta invención virtual del contexto del proyecto, cabe notar cómo el confinamiento total de la vía, es decir, la segregación de un lado y otro de la vía, es mostrado como uno de los valores del proyecto.

En el caso de PAC y Lo Espejo, se ha visto en diversos medios de comunicación cómo los pobladores se han organizado hacia la resistencia del proyecto, con apoyo de sus alcaldes, Claudina Núñez y Miguel Bruna, para exigir un tren subterráneo(3). De esta manera surgen movimiento ciudadanos en reacción al proyecto, donde el que más visibilidad ha tenido es el “Frente Amplio de Defensa Ciudadana Lo Espejo”. Por otra parte, la alcaldesa de PAC a mediados del presente año, presentó los resultados de una consulta ciudadana que se efectuó en esta comuna, en la que el 98,1% de los casi 8 mil vecinos consultados se manifestó a favor de la construcción de un túnel subterráneo para el proyecto Rancagua Express(4). Asimismo, la alcaldesa señaló que la intransigencia de EFE sólo obedece a criterios económicos y no al bienestar de los pobladores. Siguiendo la misma línea, el diputado por el distrito 28 de Lo Espejo, PAC y San Miguel, Pedro Browne, señaló  con respecto a este tema, que “la ciudad no puede segregar, la ciudad no puede generar estas divisiones y estas heridas tan profundas en las comunas, sobre todo en los sectores más vulnerables…”.

Pero en San Bernardo la historia ha sido distinta. Los habitantes se enteran de los impactos del proyecto sólo en el momento cuando EFE inicia las obras. Específicamente, cuando EFE trasladó el cierre perimetral de la vía férrea hacia la acera de oriente de Avenida Portales, dejando dentro de su espacio terrenos de uso público y centenarios castaños y plátanos orientales, arboleda considerada como paisaje importante del patrimonio de la comuna. A partir de este momento en San Bernardo surge el denominado “Movimiento de Acción Ciudadana por San Bernardo”, el cual se encuentra reclamando el derecho de ser partícipes en los proyectos que afectan directamente en la escala local. Las externalidades negativas que este movimiento atribuye al proyecto ferroviario tiene que ver, en primer lugar, con la segregación espacial y aislamiento que se generará el confinamiento total de la vía férrea, ya que dividirá la comuna en dos; disminución de los pasos peatonales y el hecho que los pasos propuestos no cumplen los parámetros de diseño de acceso universal; deterioro en la calidad de vida por la falta de espacios públicos; inequidad territorial; daño ambiental y daño al patrimonio cultural, por la intervención a la arboleda de Avenida Portales y el contexto del Pórtico de la ex Maestranza de San Bernardo, declarado Monumento Histórico en 2010 (Ortega, 2013). En este caso es importante mencionar que la alcaldesa de San Bernardo, Nora Cuevas, fue la única de todos los alcaldes que aprobó el proyecto sin observaciones, de manera unilateral y sin participación ciudadana. Con este visto,  fue otorgada la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) el 25 abril 2013, aprobando la “Declaratoria de Impacto Ambiental” (DIA) que le presentó EFE. Luego, el malestar se acentuó cuando se hizo pública la aprobación por parte de la Alcaldía de San Bernardo, y el 8 de junio inician las movilizaciones masivas(5).

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Fuente imagen: http://www.adnradio.cl/noticias/nacional/alcaldesa-de-pac-acuso-segregacion-social-y-discriminacion-en-trazado-de-rancagua-express/20130104/nota/1867863.aspx

A pesar de que cada movimiento ciudadano surgió desde la escala local por sus propias demandas y necesidades, en los últimos meses se han unido en una causa común. Todas estas agrupaciones apoyan el mejoramiento de la conectividad – ya que todas estas comunas poseen un pésimo sistema de transporte público- y la modernización de EFE. Pero los movimientos ciudadanos son conscientes de que no van a transar su calidad de vida en la escala local y seguirán luchando por garantizar la seguridad de los vecinos y la integración de las comunas(6). En esto todos concuerdan que es fundamental detener el actual proyecto y replantear uno totalmente nuevo en base a  un “Estudio de Impacto Ambiental” ante el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) por la magnitud del proyecto y de los efectos adversos al medio ambiente y la calidad de vida de la población(7). Se identifica entonces una verdadera intención de la ciudadanía y sus líderes locales, por reclamar el derecho a participar en la construcción de sus ciudades, que es evidente que desde la formulación del proyecto ese derecho fue quebrantado, ya que no existe evidencia que se haya realizado alguna convocatoria por parte de EFE o del gobierno central, para que representantes de las comunas involucradas estuvieran presentes para definir el proyecto con las verdaderas necesidades de la población. Como consecuencia, actualmente, se está tramitando un recurso en la Superintendencia del Medio Ambiente, que obligaría a EFE a presentar un Estudio de Impacto Ambiental, procedimiento mucho más riguroso que la actual Declaración de Impacto Ambiental, que sólo incluye una descripción general del plan. Además, en San Bernardo ya existen dos recursos de protección [133-2013(8) y 141-2013(9)], cuyas Orden de No innovar fueron concedidas. Existe un recurso de protección en Lo Espejo, por parte de FIMA (Fiscalía del Medio Ambiente) (Ximena Cazola y Otros) (SEIA 31177-2013). Además los abogados de PAC y Lo Espejo se han hecho parte de los procesos judiciales en cada comuna.

De esta manera, si se realiza un nuevo proceso de formulación y diseño del proyecto con participación ciudadana, tal y como lo demandan estos movimientos, se entregará a los gestores públicos herramientas que contribuirán a propuestas de mayor calidad y fortaleza, favoreciendo a que el proyecto sea implementado con éxito, y con ello lograr ciudades más sustentables y justas. Pero ¿qué se necesita para lograr esto?. Primero, es necesario que los gestores públicos comprendan la importancia de la participación ciudadana en la formulación e implementación de los proyectos urbanos de gran escala, ya que un “buen proyecto” es aquel que es capaz de representar y equilibrar de mejor manera las demandas específicas de una comunidad, es decir utilizar la participación para el mejoramiento e implementación efectiva de los proyectos y planes urbanos, para la creación de consensos urbanos y resolución de conflictos y para la formación del capital social(10).

Asimismo, deben existir las condiciones sociales y políticas acordes para que la participación llegue a buen termino. Por parte de los agentes gubernamentales, la experiencia muestra que el éxito de los procesos participativos reside en una visión de largo plazo, en el cual es posible comprender las debilidades y fortalezas del territorio y proyectarlo en función del bien colectivo (Velásquez, 2006). En resumen, se trata de agentes gubernamentales conscientes de la importancia de que a la gestión pública debe incorporarse la voz ciudadana y, en consecuencia, comprometidos con su defensa y promoción. Por otro lado, la ciudadanía representada por sus líderes y representantes deben basarse en valores de cooperación, de confianza y de solidaridad para atender retos comunes. Quienes se involucren en los espacios públicos tiene que contar con la motivación necesaria que les permita equilibrar la búsqueda de beneficios particulares y del interés común, “para lo cual es preciso que la participación emerja de las conciencias individuales como una energía social con la cual la colectividad perdería unidad y razón de ser” (Velásquez, 2006, p. 201).

La mayor razón para la participación ciudadana, se vincula a la importancia de lograr principios democráticos en las políticas urbanas, que incluyen conceptos básicos de justicia, equidad y el derecho de los individuos a ser informados, consultados y a expresar sus visiones frente al Estado (Belil & Serra); en donde la articulación mas importante es la que pueda darse entre iniciativas gubernamentales y movilización social, y esto se logra en la medida que los diferentes actores de la participación dispongan de una serie de escenarios de encuentro (Velásquez, 2006) en los cuales puedan deliberar, acordar reglas de juego, estipular y definir estrategias de acción común.

Bibliografía

Belil, M., & Serra, A. La estrategia de la ciudadanía, un ejemplo de promoción de la construcción de proyectos colectivos. Barcelona.

Ortega, Andrea. Entrevista realizada el 24 de septiembre del 2013 en la ciudad de Santiago. entrevistadora: María Rene Noguera.

Velásquez, F. E. (2006). Desarrollo Local y partipación ciudadana: notas sobre el caso colombiano. Los conflictos del urbanismo , 187-204.

Links de interés:


(1) De norte a sur: Santiago, Estación Central, Pedro Aguirre Cerda, Lo Espejo, El Bosque y San Bernardo.
(2) Nuevos trenes urbanos “Xpresso Nos y Xpresso Rancagua”. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=ncng3RvXVak
(3) Documento publicado en grupo de Facebook “No al Rancagua Express”. Disponible en :
(5) Documento publicado en grupo de Facebook “No al Rancagua Express. Disponible en :
(7) Fuente: Carta Abierta dirigida a la alcaldesa de San Bernardo Nora Cuevas, por el Movimiento de Acción Ciudadana por San Bernardo.
(8) Disponible en :
(9) Disponible en :
(10) Capital Social aplicado a las políticas urbanas, este concepto se refiere a “los elementos de la organización social, tales como las redes informales, las normas sociales y la confianza entre grupos, que facilitan la coordinación y cooperación para lograr el mutuo beneficio. El Capital Social incrementa los aportes generados por las inversiones en desarrollo urbano y social” (Putman,1993).